La guerra entre consoleros y PCeros siempre ha existido. Uno de los argumentos de éstos últimos para defender el juego en ordenador es el de la posibilidad de hacer uso de mods. Independientemente de si es mejor una u otra plataforma para disfrutar de videojuegos lo cierto es que este argumento tiene mucho peso, ya que los títulos pueden llegar a mejorar enormemente gracias a los mods e incluso a ofrecer una gran cantidad de diversión adicional.

Antiguamente el modding estaba poco extendido debido a que las propias compañías de desarrollo de videojuegos eran las menos interesadas en que se crearan modificaciones para sus títulos. Sin embargo, tras darse cuenta de que ello incluso podía reportarles beneficios con una mayor cifra de ventas por el amplio abanico de posibilidades que ofrecen los mods empezaron a favorecer e impulsar la creación de los mismos, proporcionando todo lo necesario para que nuevas modificaciones pudieran ser desarrolladas.

Así pues, a día de hoy son prácticamente infinitos los mods para juegos que pueden descargarse gratuitamente: versiones multijugador de títulos que inicialmente solo podían ser disfrutados individualmente, packs de elementos que pasan a estar presentes en los juegos en cuestión, alteraciones gráficas que aumentan la calidad visual, nuevas perspectivas de cámara, extensiones de mapas y un largo etcétera. Algunos juegos admiten una inmensísima cantidad de modificaciones, siendo recomendable hacer uso de gestores de mods con tal de que todos ellos sean correctamente instalados y puedan borrarse en el momento en que prefieras prescindir de los cambios introducidos.

A partir de ciertos títulos han surgido mods que, con el paso del tiempo, se han acabado convirtiendo en juegos individuales que ni siquiera requieren los originales para ser disfrutados.